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Muriel Rukeyser una poeta americana dijo «Si claro, el mundo está hecho de átomos… el mundo no está hecho de átomos, el mundo está hecho de historias.»
Son las historias las que permiten transformar el pasado en presente y las que también permiten convertir las cosas distantes en cercanas, lo que está lejano en algo próximo, posible y visible.
El mundo está creado así, es un tejido de encuentros y desencuentros, de pérdidas y de hallazgos.
Dónde el mejor de mis días, es el que no he vivido todavía.
Yo escribo para celebrar la verdad y al celebrarla denuncio aquello que nos impide que nos reconozcamos en los demás o en uno mismo los múltiples colores del arco-iris terrestre.
Es para mí más que una obligación agradecer este brindis con algo que vaya más allá que un gesto convencional.
Pero dada las precarias condiciones en la que viajo sobre el tiempo sólo me quedan las palabras como recurso afectivo. Empleándolas quiero agradecer a todos ustedes, a todo el personal de la escuela y al centro de estudiante que nos da esta magnífica demostración de afecto que desde que entramos en primer año hasta que salimos en 5to o en sus diversas vías de escapes, nos tratan con un calor humano como si fuésemos parte de una familia muy particular o de un pueblo muy pequeño.
Y aprovechando el gesto y que cada vez se me hace más difícil venir a la Universidad, estas palabras toman forma de una despedida, en la cual quiero poner todo mi empeño en reconocer a cada persona en este brindis y que hace vida en la escuela, que de manera ininterrumpida colman de apoyo e interés desde la entrada a cada estudiante.
Porque quiero recalcar algo que va al margen del tema de este brindis, pero no se preocupen que no me quitaré los pantalones.
Creo, y más todavía después de este viaje de 6 meses fuera de la universidad, que la creatividad es un herramienta increíble en momentos difíciles, que los limites inciertos e ilusorios que nos colocamos son completamente ficticios, constituimos un musculo importante en la sociedad pero lamentablemente no somos imprescindibles. Desde la clínica hasta la publicidad nuestra labor más importante, como diría Eduardo Galeano, es el ejercitar de la solidaridad de verdad, cuando se practica realmente, en el día a día, es también un ejercicio que te enseña a reconocerte en los demás y a reconocer la grandeza escondida en las cosas pequeñas, lo cual también implica denunciar la falsas grandezas en las cosas grandotas, en un mundo que confunde la grandeza con lo grandote. Porque la humildad es la única herramienta metódica que nos garantiza comprender, los objetos, las personas y cualquier cosas, porque lo que realmente se entiende con la razón y se siente con el corazón son las cosas que uno es capaz de mirar desde adentro y desde abajo, no desde arriba desde la arrogancia de la academia.
Así que tratando de librarme de cualquier carga de vocero político
Brindo por la UCAB y por todas las escuelas de Psicología.